Les deseo un Feliz Año Nuevo 2017 lleno de prosperidad y éxitos a todos mis seguidores y lectores, sabemos que el 2016 trajo muchas sorpresas y cambios, donde muchos experimentamos alegría, júbilo, sobrepasamos retos que en otro momento creíamos imposibles y fuimos superándonos como personas y seres humanos.
Esperamos que el 2017 cumpla con nuestras expectativas y sea un año aun mejor que el anterior, que nos brinde prosperidad y satisfacciones tanto personales como colectivas y que podamos seguirnos superando a nosotros mismos.
Yéndome más a lo específico, el 2016 fue un año bastante complicado para mi país, Venezuela, sufrió un año más de pésima planificación (para no decir que todo fue planificado a la perfección), más pobreza, desempleo, hambre y la lista se extiende mucho más.
Venezuela y los venezolanos vimos como nuestra moneda se desplomó aún más, paso de ya un pésimo estado de 1.000Bs x 1$, llegó hasta 5.000 y después quedó en más de 3.000Bs x 1$ lo que nos volvió mucho más pobres en segundos, sufrimos las consecuencias de un “diálogo” que solo trajo más violencia, hambre y sufrimiento para el pueblo, mientras que le dio más oxígeno al gobierno para que siguiera haciendo de las suyas.
Hace poco una persona me dijo que no creía que el gobierno venezolano fuese tan inepto, ya que, en sus propias palabras “qué gobierno en su sano juicio haría cosas que le harían tanto daño a su país?” y en la misma pregunta esta la respuesta, y es el “sano juicio”, no existe nada “sano” ni nadie con “juicio” en el gobierno, únicamente “personas” que solo velan por sus intereses personales, a ninguno le interesa en lo más mínimo el destino del país mientras sus bolsillos permanezcan llenos y puedan darse los lujos de la realeza.
Pudimos ver como una oposición que si bien está conformada por personas que están dispuestas a salir del gobierno, tiene muchos integrantes que evidentemente se sienten más a gusto con el actual gobierno (les conviene, lo nutren y se benefician de sus políticas).
El 2016 fue el año en que más personas emigraron de Venezuela (me cuento entre uno de ellos) y es muy fuerte este punto, uno como venezolano no se va de su país porque quiera, uno se está yendo en calidad de exiliado, exiliados por un gobierno que nos impide y prohíbe que seamos prósperos, decentes, educados, que tengamos metas o deseos de superación personal.
No quisiera entrar más en detalles porque es muy fuerte para uno como venezolano hablar de esto sin sentir una tormenta de sentimiento recorrer nuestro cuerpo, pero si quiero dejar claro que nos podremos habernos ido muchos del país, pero jamás dejaremos de luchar por nuestra amada Venezuela.
Les deseo a todos un 2017 lleno de esperanza y fuerzas.
Luis Colmenares